Las becas de movilidad alcanzan el millón de euros y se abren a nuevos beneficiarios que vivan a más de 20 kilómetros del campus
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Los universitarios que estudien en un campus de una localidad distinta a la de su residencia ya pueden solicitar las becas de movilidad del Gobierno de Aragón. El Departamento de Ciencia y Universidad acaba de lanzar una nueva convocatoria de estas ayudas, que alcanzan por primera vez el millón de euros de presupuesto y que incluyen modificaciones para dotarlas de un mayor carácter social y de vertebración territorial. La tramitación pasa a ser electrónica a través de la web del Ejecutivo autonómico (https://www.aragon.es/tramitador/-/tramite/becas-movilidad campus-universitarios-aragon) y el plazo para pedirlas concluye el próximo 8 de julio.
Las becas, dirigidas a compensar los gastos de desplazamiento y manutención del estudiantado, se abren en este curso a nuevos beneficiarios al introducir un nuevo tramo kilométrico. Si hasta ahora solo se contemplaban tres -750 euros para quienes residen a entre 40 y 100 kilómetros del campus; 950, entre 101 y 200 km; y 1.150 para más de 200-, este año por primera vez podrán solicitarla quienes vivan a una distancia de entre 20 y 40 kilómetros. En este caso, la ayuda será de 550 euros.
Además, incluyen un complemento para municipios especialmente afectados por la despoblación y que presenten mayores problemas de comunicación. De esta forma, a partir del próximo curso, se compensará con 200 euros adicionales a quienes vivan en un municipio cuyo Índice Sintético de Desarrollo Territorial (ISDT) sea negativo.
Asimismo, con el objetivo de que las ayudas lleguen a las familias más necesitadas, se establece como requisito un precio máximo por crédito de los estudios matriculados. Este importe -calculado mediante la aplicación al precio medio de grados o másteres de un factor multiplicador determinado a partir de la renta per cápita y el Ingreso Mínimo Vital- no podrá superar los 80,40 euros en los grados y los 105,21 en los postgrados.
De esta manera, se persigue incentivar a las universidades a tener precios accesibles para rentas medias y bajas, y dar un carácter más social a estas ayudas que solo este curso llegaron a cerca de 1.000 familias aragonesas.