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«Tendrían que ayudar más a la gente que estamos en los pueblos prestando este tipo de servicios y le damos vidilla»

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«Tendrían que ayudar más a la gente que estamos en los pueblos prestando este tipo de servicios y le damos vidilla»

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FOTO: Chus en el interior de su establecimiento. Foto Trasobares Informa

«La tienda de Chus», el único ultramarinos que existen en Trasobares acaba de cumplir su décimo aniversario. María Jesús Gracia está al frente de este negocio junto. 

Hace diez años, María Jesús Gracia, natural de Tauste y con años de experiencia como administrativa en Zaragoza, decidió dar un giro radical a su vida. Por un amigo se enteró de que buscaban a alguien para regentar la tienda de ultramarinos de Trasobares, una localidad que conocía bien por sus visitas frecuentes durante las vacaciones. Atraída por el ambiente festivo y la calidez de la comunidad, Chus no lo pensó dos veces y se presentó como candidata.

La Tienda de Chus acaba de cumplir su décimo aniversario. Desde su apertura, ha sido la única tienda de la localidad, ofreciendo un poco de todo para satisfacer las necesidades de los vecinos. «Me recibieron con los brazos abiertos y la gente siempre me ha tratado muy bien», comenta Chus, quien se ha convertido en una figura fundamental en la vida de Trasobares.

Cuando Chus tomó las riendas de la tienda, esta llevaba 15 años cerrada. Su reapertura no solo trajo de vuelta un servicio esencial, sino que también revitalizó un punto de encuentro para los habitantes del pueblo. Sin embargo, mantener la tienda abierta ha sido un desafío constante. «Cada vez somos menos», señala Chus. «Antes, con los de verano vivías el invierno también, pero ahora ya no es así. Sube menos gente, acortan sus días de estancia porque se van a otros lugares y eso se nota».

La realidad de mantener un negocio en una zona rural despoblada es dura. Abrir la persiana de la tienda cada mes cuesta más de 500 euros en gastos de autónomos, seguros, y otros costos operativos. «El invierno a duras penas se saca», confiesa Chus, destacando lo difícil que es mantener el negocio sin apoyo adicional.

Chus cree que hace se debería brindar más apoyo a quienes, como ella, prestan servicios esenciales en los pueblos pequeños. «Tendrían que ayudar más a la gente que estamos en los pueblos prestando este tipo de servicios y le damos vidilla», subraya. La preocupación por el futuro de la tienda es compartida por muchos vecinos, que se preguntan qué sucedería si ella se fuera. «Muchos vecinos me preguntan qué pasaría si me fuese», añade Chus, consciente de su papel crucial en la comunidad.Además de gestionar la tienda, Chus ha obtenido la licencia de taxi, convirtiéndose en la taxista de Trasobares. Este servicio adicional es vital en una localidad con opciones de transporte limitadas, especialmente para los más mayores o aquellos sin medios propios para desplazarse. Su compromiso con el pueblo va más allá de la tienda, reflejando su dedicación a mejorar la calidad de vida de sus vecinos.

La Tienda de Chus no es solo un negocio; es un símbolo de tenacidad y dedicación en Trasobares. Durante los últimos diez años, Chus ha superado numerosos desafíos, entre ellos la pandemia.  para mantener abierto este punto vital de esta pequeña localidad de la comarca del Aranda..

 

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