El Gobierno de Aragón y Repsol han puesto en marcha un total de 70 puntos de recogida de aceite de cocina usado en estaciones de servicio de la comunidad, dentro de un proyecto de economía circular que facilitará la gestión sostenible de este residuo. En la comarca del Aranda, la gasolinera de Repsol en Brea de Aragón es uno de los puntos habilitados para esta iniciativa.

Este programa se enmarca en el protocolo de colaboración firmado entre el Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón y Repsol el pasado mes de septiembre, con el objetivo de fomentar la reutilización del aceite doméstico para la producción de combustibles renovables. De hecho, con un litro de aceite de cocina usado se pueden fabricar 0,9 litros de combustible renovable, apto para su uso en los vehículos actuales sin necesidad de modificaciones en el motor.

A nivel autonómico, se estima que esta red de recogida permitirá recuperar más de 10.000 litros de aceite al año, contribuyendo a reducir el impacto ambiental de este residuo. Aunque la recogida en el sector profesional es elevada, el aprovechamiento del aceite de cocina usado en los hogares sigue siendo un reto, ya que solo se recupera un 5% del total generado en la comunidad. Actualmente, en Aragón se recogen unas 2.600 toneladas de este residuo, frente a las 1.500 toneladas que se recogían en 2018.

Para garantizar una adecuada gestión del aceite tras su recogida, Repsol ha contratado a Recikla, una entidad aragonesa sin ánimo de lucro que emplea mayoritariamente a personas con discapacidad y cuenta con la certificación ISCC EU, que garantiza la trazabilidad y sostenibilidad del proceso.

Como incentivo para los usuarios, la aplicación Waylet de Repsol ofrece un descuento de 30 céntimos por litro de aceite usado entregado en los puntos de recogida de Aragón, que puede utilizarse en repostajes, recarga eléctrica o la compra de otros productos en las más de 3.300 estaciones de servicio de la compañía en España.

Con esta iniciativa, Brea de Aragón se suma a un proyecto que impulsa la sostenibilidad y la economía circular, ofreciendo a los vecinos un punto accesible para reciclar su aceite de cocina usado y contribuir a la producción de energías más limpias.