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El Museo de Zaragoza acoge una gran exposición sobre el expolio de Aratis

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El Museo de Zaragoza acoge una gran exposición sobre el expolio de Aratis

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En la muestra pueden verse los siete cascos celtíberos que se expoliaron en Aranda de Moncayo

 

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, inauguraba el viernes, junto con el consejero Felipe Faci, la exposición ‘Aratis. Anatonomía de un expolio’, que se podrá visitar en el Museo de Zaragoza hasta el próximo 22 de enero y que se ha estructurado a partir de una selección de unos 150 elementos pertenecientes a un conjunto de más de 9.000 piezas incautadas en distintas operaciones policiales destinadas a recuperar patrimonio expoliado. En la inauguración participan también, la directora de Turismo del Gobierno de Aragón, Gloria Pérez y el alcalde de Aranda, Javier Jordán-

La exposición, cuyos comisarios son Luis Fatás y Francisco Romeo, parte de un hecho concreto como es el expolio de la ciudad celtibera de Aratis para, a partir de ahí, trazar una panorámica sobre el expolio en general y presentar el material recuperado en las dos detenciones practicadas en 2013.

Lambán recordó que la exposición que ahora se inaugura es el colofón de una serie de iniciativas cuyo objetivo ha sido tratar de explicar a la sociedad aragonesa el daño ocasionado por el expolio del patrimonio arqueológico. La antesala fue una pequeña muestra en julio de 2021 con los siete cascos celtíberos recuperados tras un expolio en el Yacimiento de Aratis, en Aranda de Moncayo. Desde la Dirección General de Patrimonio Cultural se ha impulsado un plan de actuaciones en el propio yacimiento para completar el conocimiento de la ciudad celtibera con la voluntad de revalorizar el yacimiento para que sea un recurso de interés para el municipio.

La muestra tiene, entre sus objetivos, el deseo de mostrar el trabajo que desde la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Aragón se lleva a cabo para luchar contra el expolio arqueológico en estrecha colaboración con las secciones especializadas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Asimismo, es una forma de explicar a la sociedad el hecho de que el expolio del patrimonio no solo causa daños sobre las piezas, sino que infiere un perjuicio irreparable en el conocimiento de la historia.

A través de esta exposición, el visitante podrá comprobar que Aratis es algo más que un ejemplo de expolio puesto que se trata de una ciudad celtibérica que se está revalorizando gracias a las campañas de excavación emprendidas por el Gobierno de Aragón. El expolio afectó a una parte donde se concentraban las piezas de metal, pero el yacimiento es muy grande, ocupa varias hectáreas, y los trabajos ejecutados están sacando a la luz interesantes estructuras defensivas.

Por todo ello, el presidente Lambán ha felicitado a todo el equipo, tanto de la Dirección General de Patrimonio, como del Museo de Zaragoza en cuanto a la labor de análisis riguroso de piezas como los cascos. Además, ha agradecido a todos los implicados en este retorno de los bienes junto con el Ministerio de Cultura, con el que se trabaja ya en el proyecto de reforma y ampliación del museo, una vez remodelado el patio y la entrada, intervenciones que han permitido dotar al espacio cultural de un nuevo aspecto y mejores servicios, y que ha supuso una inversión cercana a los 500.000 euros.

‘Aratis. Anatomía de un expolio’

La muestra se organiza en dos grandes ámbitos y un epílogo. El primer ámbito aborda tanto el expolio de Aratis y la cultura celtibérica con una muestra de los materiales recuperados especialmente centrada en los cascos. A partir de una introducción sobre lo que es el expolio y sus consecuencias para la sociedad y el conocimiento histórico se pasa a un espacio en el que se presenta Aratis, explicando tanto lo que se conoce sobre la ciudad como el expolio sufrido, para a continuación esbozar algunos aspectos de la sociedad celtibérica a partir del material recuperado (fundamentalmente artesanía y armamento por las características del origen de los materiales). Un espacio semicerrado en el que se proyecta un vídeo sobre todos los sucesos relacionados con la salida de los cascos y su posterior vuelta parcial sirve como transición al siguiente ámbito.

El segundo de los espacios recoge una selección de materiales y presenta un gran mosaico de fotografías de más de 10 metros en el que se ofrece una muestra del resto de materiales no presentes en la exposición para evidenciar la importancia y el volumen del expolio realizado. La parte central de este segundo ámbito estará ocupado por un «bosque» de cascos, exponiéndose de manera individualizada los cascos depositados en el Museo de Zaragoza.

Un holograma armando a un guerrero celtíbero con piezas de la exposición sirve de transición a la última parte de la exposición, permitiendo explicar al visitante el uso de los materiales recuperados.

El epílogo de la exposición funciona en torno a tres ejes: las falsificaciones (también a partir de los materiales incautados), la continuidad en la lucha contra el expolio y la labor de concienciación social, y las actuaciones arqueológicas en el yacimiento de Aratis para revalorizar el territorio.

Esta última zona arranca con dos cascos hispano-calcídicos más, entregados al Museo de Zaragoza en fechas posteriores y que aún no han sido analizados en profundidad. Dos grandes vitrinas muestran, mediante los materiales incautados, el proceso de falsificación de cascos, espadas, monedas y otras piezas. Finalmente, la muestra se cierra con el recordatorio de que la lucha contra el expolio continúa de manera constante y con la importancia de la implicación población local en la defensa y valoración del Patrimonio Cultural.

La muestra va acompañada de un libro con el estudio monográfico de los cascos restituidos, en el que también se analizan los operativos de la Guardia Civil. Estas iniciativas se completan con el Primer Coloquio Internacional sobre Expolio Arqueológico, que se celebró en Zaragoza el año pasado.

Asimismo, la Dirección General de Patrimonio Cultural editará un catálogo con el contenido de la exposición, así como diverso material didáctico para uso educativo.

Colaboración institucional

La recuperación del patrimonio expoliado ha sido posible gracias a la excelente relación e intensa colaboración institucional que han mantenido los técnicos de Patrimonio del Gobierno de Aragón y del Ministerio de Cultura con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se pone así de manifiesto que, en la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales, solo la suma de esfuerzos de todos es la garantía de éxito.

La incorporación de los cascos al Museo de Zaragoza, por otra parte, supone un enriquecimiento patrimonial inestimable para Aragón, ya que el espacio, de titularidad estatal y gestión autonómica, ve incrementada su colección con unas piezas excepcionales que sirven como instrumento para explicar la sociedad celtíbera, muy militarizada a partir de finales del siglo IV a. C. A su vez, son una muestra singular de los gustos estéticos y la tecnología desarrollada por ese pueblo prerromano. De esta manera se completa con piezas excelentes la rica colección de arqueología celtibérica que posee el museo.

Recuperación del patrimonio expoliado en Aratis

La labor del Gobierno de Aragón en la recuperación de los cascos ha sido trascendental. Su trabajo en este caso se remonta a hace casi una década, cuando técnicos de la dirección general de Patrimonio Cultural tuvieron conocimiento de que un lote que podía proceder del yacimiento de Aranda de Moncayo iba a ser subastado, y comenzaron a recabar información, una misión que desembocaría en la creación de un grupo de trabajo para investigar este asunto. Tras la detención de los dos acusados, fueron técnicos del Gobierno de Aragón los encargados de hacer la primera evaluación de los materiales incautados, visitaron el yacimiento junto a uno de los acusados y la Guardia Civil y, posteriormente, el juzgado encargado de esta operación solicitó una pericial para determinar la importancia del yacimiento de la antigua ciudad de Aratis, así como determinar los daños que hubieran podido sufrir. Los técnicos se ocuparon de evaluar los daños producidos en el yacimiento –en el que se llegaron a extraer tierras con medios mecánicos– y del estudio, catalogación, documentación, inventario y tasación de los materiales incautados. Para el informe pericial se diseñó una base de datos que permitiera interrelacionar todas las piezas, un proceso muy complejo por su diversidad.

Durante el juicio, los técnicos de Patrimonio aragoneses entablaron contacto con Ricardo González Villaescusa, catedrático de arqueología de la Universidad de Niza y representante del propietario de varios cascos hispano-calcídicos expuestos en el Museo de Mougins, Christian Levett. Dicho representante transmitió el interés del propietario porque estos cascos volviesen a su zona de origen, abriéndose de este modo un canal de comunicación que permitió el regreso de arias piezas a Aragón.

Ello permitió que en la anterior exposición de los cascos pudieran contemplarse ocho cascos donados por Levett (uno de los cuales resultó ser falso), otros dos casos entregados en 2018 y 2020, que están pendientes de ser estudiados y analizados en profundidad para valorar su autenticidad e integridad y se presentan por primera vez y un casco tipo Aguilar de Anguita que está en la zona celtíberos –otra zona expositiva- y se acaba de restaurar.

 

 

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