La ruta de transporte escolar ya tiene parada en Trasobares
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“Han llegado a por ellos, viene el transporte escolar, se ha conseguido”, era el comentario entusiasta que se escuchaba entre los vecinos de la pequeña localidad de Trasobares en la comarca del Aranda, hace unos días a primera hora de la mañana. Y es que desde septiembre vive una familia con cuatro hijos, tres de ellos en edad escolar que van al colegio de Illueca. Tras varias gestiones de los padres y el propio Ayuntamiento de la localidad se ha conseguido que la ruta escolar se alargue y pueda recogerlos junto con una niña que baja desde Calcena, evitando así que los padres tengan que trasladarlos hasta Tierga (a 6 kilómetros de Trasobares) para poder coger el bus escolar.
La dificultad para escolarizar a todos hijos en el mismo centro en la capital aragonesa, unido a la pandemia motivaron que Carmen Murua junto a su marido decidieran este verano que su casa en Trasobares fuese su lugar de residencia habitual.
“Mi marido hace años que trabaja en esta zona, como albañil, teníamos una casa aquí en la que veníamos los fines de semana y en verano. Nosotros vivíamos en Arcosur y teníamos que llevar a uno de nuestros hijos hasta la otra punta de la ciudad, al Actur, así que decidimos que la mejor opción era venirnos a vivir aquí, además pensamos que con la pandemia estaríamos mucho mejor en un pueblo, llamamos al colegio de Illueca y nos dijeron que no habría problema para matricular a los tres así que no lo pensamos”, explica Carmen Murua.
En 2009, Trasobares al igual que otras muchas localidades se vio obligada a echar el cierre de su escuela por la falta de alumnos para mantenerla abierta y desplazarlos hasta Tierga. Un centro que también correría esta misma suerte en 2015 por lo que los niños pasaron a escolarizarse al colegio de la cabecera comarcal, Illueca único centro del Aranda que además ofrece servicio de comedor.
Desde que se iniciase el curso escolar y hasta hace unas semanas, Carmen Murua, trasladaba diariamente a sus hijos hasta Tierga para coger el autobús escolar y después los recogía por la tarde. A eso había que añadirle la dificultad de viajar con el menor de los hijos: una bebé de seis meses, que en función de sus “necesidades”, se sumaba a la expedición o sí las tenía cubiertas se quedada bajo el cuidado de una vecina, confiesa esta madre.
“Estoy acostumbrada a llevar y traer a mis hijos al colegio, en Zaragoza ya lo hacía, pero sin embargo el empeño de mi vecina Azucena así como de otros convecinos de que vinieran a buscarlos aquí, hicieron llegar la petición al Consistorio que me han ayudado a conseguirlo, estamos encantados, ojalá hubiésemos venido a vivir antes a Trasobares, aquí no hay peligros para nuestros hijos y podemos darles libertades y responsabilidades que en una capital difícilmente podríamos, a tan corta edad”; confiesa Murua.
Cristina Chueca, concejala del Ayuntamiento de Trasobares que ha estado al frente de las gestiones, se muestra muy satisfecha, al mismo tiempo que reconoce que han sido “ varios meses de mucho papeleo y burocracia”, para conseguirlo. Chueca entiende que no es fácil que se den la condiciones para que culmine la inserción de una familia en un pueblo, por ello considera que este tipo de acciones son fundamentales para luchar contra la despoblación.
“Tenemos un buen acceso a internet para el teletrabajo y además ahora se le añade el servicio de transporte escolar, para que la poca gente joven que queda en Trasobares se pueda animar a tener familia y seguir viviendo aquí, o bien otras familias como la de Carmen que opten por venirse”, concluye Chueca.